¿Alguna vez te preguntaste qué tan profundo llega un ombligo? Ella lo chupa, lo estira… pero no hay fondo. Solo nervios. Solo calor. Mueve las caderas. El ombligo se aprieta. Rosa. Temblando. Pidiendo que lo miren. Lo limpia con un hisopo. Lo huele. Sin asco. Solo curiosidad. Y aparece el microscopio. La pantalla muestra todo: húmedo, rosado, latiendo con cada respiro. Presiona más. Más profundo. Los pliegues tiemblan. Se abren. Ya no hay más juego. Agarra la perita de succión. Aprieta. Suelta. El ombligo se estira hacia afuera — rojo, mojado, crudo. Otra vez. Más fuerte. Los pliegues se expanden. Se exponen. Ella mira. Fascinada. Y entonces, el vibrador. Directo al ombligo. El sonido que sale de su boca… no es suave. Escena POV y voyeur con Kayo Iwasawa. Ombligo, succión, hisopos, microscopio, masturbación. No sos nuevo. Estás acá por ese hisopo sucio que huele a cuerpo. Por lo que otros no se atreven ni a mirar. Por esa intimidad torcida… que te pertenece. (220908_03)
ESTE SITIO WEB CONTIENE MATERIAL SEXUALMENTE EXPLÍCITO (incluyendo material pornográfico).
Debes tener al menos dieciocho (18) años para utilizar este sitio web, a menos que la mayoría de edad de
tu jurisdicción sea superior a dieciocho (18) años, en cuyo caso deberás tener al menos la mayoría de
edad según tu jurisdicción. El uso de este sitio web no está permitido donde esté prohibido por ley. Este
sitio web también requiere el uso de cookies. Puedes encontrar más información sobre nuestras cookies en
nuestra Política de privacidad y Política de cookies.
AL ENTRAR EN ESTE SITIO WEB Y
UTILIZARLO ACEPTAS NUESTRAPOLÍTICA DE PRIVACIDAD Y
EL USO DE COOKIES.