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Sabía que debía haberme afeitado mejor esta mañana. No pensé que acabaría en un sofá con un pervertido haciéndome cosquillas en las axilas. Al menos no las lamió… Tal vez la próxima. Yuzu intenta mantener la calma. Sentada en el sofá, despreocupada— hasta que le levantan los brazos. Cuerda roja en las muñecas. La primera risa nerviosa escapa. Botones abriéndose. La blusa cae. Manos atrapadas bajo la tela. Axilas húmedas, con sombra de vello, gotas brillando. Un dedo recorre el sudor. Él se lo muestra. Ella aparta la mirada. Y las cosquillas comienzan. Axilas. Costillas. Pies. Risas y jadeos. Se retuerce, patea, sin aire. Calcetines fuera. Plantas arañadas. Las risas se apagan en jadeos, y en sus ojos asoma rendición. ¿Sabes esa relación donde ocultas el sudor o el aliento? El BDSM salta todo eso. ¿Sudada? Perfecto. Déjame lamerte. ¿Bragas húmedas? Las uso yo. Es liberador amar la suciedad humana. Ah, sí. TL;DR — Mira el video. Axilas sudadas. ¡Natural y divertido! (200724_07)
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